Me encantaría iniciar esta entrada hablando de algo bueno o bonito. En realidad he estado seleccionando unos textos que me han impactado profundamente y que tienen que ver con mi situación emocional. Pero lo que escribo ahora no tiene que ver con nada de eso. Estoy muy contrariada. Desde el día de ayer pensar en Querétaro ha sido una sucesión de sentimientos encontrados. Por un lado tengo muchisímas ganas de ir, y por el otro tengo la certeza de que no debo de hacerlo, es más de que nadie debe hacerlo. Es una sensación , un impulso de energía que surge del pecho y se expande, que corre por mis manos y también hacia arriba, hacia la cabeza como para hacerla entender.
si estoy escribiendo todo esto es para que tú Fran, comprendas mejor lo que acabo de explicarte por teléfono, y tu Prox! consideres que nunca fue mi intención hablar de la posibilidad de encontrarnos para luego zafarme.
No sé qué sucede, el camino a Queretaro lo conozco muy bien, demasiado bien tal vez, he viajado hacia allá desde bebé, es la carretera que más veces he recorrido en mi vida. he estado en esa ciudad muchas, muchas veces, estuve ahí hace menos de dos meses.
esto que está pasando no lo entiendo. Mi mamá dice que confie en mis presentimientos, aunque en realidad a ella le choca que ande de pata de perro todo el tiempo, osito de taiwan dice que lo tome con calma y que así percibiré mejor las cosas. pero creanme, estoy calmada. el dueño del gato aún no sabe nada, ayer se quedo dormido y hoy platicamos muy poco. Por ahora solo quiero concentrarme en pensar que esto es producto de mi imaginación o en todo caso del desequilibrio hormonal que sorpresivamente tengo.
No soy un ave de mal agüero, eso lo tengo claro. Muchos de mis presentimientos atinan a cosas que en realidad no valen la pena. (Tengo mejor suerte con los sueños predictores de sobrinos) Tampoco es que mi escaso capital y la posibilidad de quedarme sin trabajo me limiten en lo económico. No es eso. anhelo estar allá, escuchar el concierto y tal vez, saludar a los barrancos. Pero pensar en eso me produce angustia y vacío en el pecho. La sugestión ya ha hecho lo suyo, porque la sensación viene intermitentemente y no baja de intensidad.
Fran dice que para él todo se ha mostrado propicio. Ahora tengo miedo de que si voy resulte algo. La decisión me está carcomiendo. Debo o no debo ir. Debo hacer caso a todo esto?
Sé que me voy a arrepentir de no ir. Esperaré hasta ésta noche para tomar mi decisión.
Lo cierto es que no he podido quedarme callada, la necesidad me ha llevado a sacar esto que estoy sintiendo. Quisiera despertar el lunes sabiendo que todo esta bien y que todo ha pasado, principalmente para no sentir la angustia el viernes de saberlos a todos allá y yo acá con mi miedo, o bien, si decido ir, estar pensando en cómo voy a escribir la reseña.
Para quitarle el tono funebre a este asunto (please)
apostemos sobre la nimiedad a la que atinará mi presentimiento:
posiblemente no debo ir porque sufriré un ataque de diarrea a mitad del concierto.
posiblemente no debo ir porque al ver la minifalda que iba a ponerme JM olvidaría todas las letras de las canciones.
posiblemente no debo ir porque al estar apurando a fran olvide en casa sus chones limpios
posiblemente no debo ir porque hay otra persona que quiere ir pero yo estaba ocupando su lugar.
posiblemente no debo ir porque tengo que estar en casa para hacer algo muy importante que todavía no sé qué es.
Chale, espero no aguarle la fiesta a nadie.
Bendiciones a todos.
si estoy escribiendo todo esto es para que tú Fran, comprendas mejor lo que acabo de explicarte por teléfono, y tu Prox! consideres que nunca fue mi intención hablar de la posibilidad de encontrarnos para luego zafarme.
No sé qué sucede, el camino a Queretaro lo conozco muy bien, demasiado bien tal vez, he viajado hacia allá desde bebé, es la carretera que más veces he recorrido en mi vida. he estado en esa ciudad muchas, muchas veces, estuve ahí hace menos de dos meses.
esto que está pasando no lo entiendo. Mi mamá dice que confie en mis presentimientos, aunque en realidad a ella le choca que ande de pata de perro todo el tiempo, osito de taiwan dice que lo tome con calma y que así percibiré mejor las cosas. pero creanme, estoy calmada. el dueño del gato aún no sabe nada, ayer se quedo dormido y hoy platicamos muy poco. Por ahora solo quiero concentrarme en pensar que esto es producto de mi imaginación o en todo caso del desequilibrio hormonal que sorpresivamente tengo.
No soy un ave de mal agüero, eso lo tengo claro. Muchos de mis presentimientos atinan a cosas que en realidad no valen la pena. (Tengo mejor suerte con los sueños predictores de sobrinos) Tampoco es que mi escaso capital y la posibilidad de quedarme sin trabajo me limiten en lo económico. No es eso. anhelo estar allá, escuchar el concierto y tal vez, saludar a los barrancos. Pero pensar en eso me produce angustia y vacío en el pecho. La sugestión ya ha hecho lo suyo, porque la sensación viene intermitentemente y no baja de intensidad.
Fran dice que para él todo se ha mostrado propicio. Ahora tengo miedo de que si voy resulte algo. La decisión me está carcomiendo. Debo o no debo ir. Debo hacer caso a todo esto?
Sé que me voy a arrepentir de no ir. Esperaré hasta ésta noche para tomar mi decisión.
Lo cierto es que no he podido quedarme callada, la necesidad me ha llevado a sacar esto que estoy sintiendo. Quisiera despertar el lunes sabiendo que todo esta bien y que todo ha pasado, principalmente para no sentir la angustia el viernes de saberlos a todos allá y yo acá con mi miedo, o bien, si decido ir, estar pensando en cómo voy a escribir la reseña.
Para quitarle el tono funebre a este asunto (please)
apostemos sobre la nimiedad a la que atinará mi presentimiento:
posiblemente no debo ir porque sufriré un ataque de diarrea a mitad del concierto.
posiblemente no debo ir porque al ver la minifalda que iba a ponerme JM olvidaría todas las letras de las canciones.
posiblemente no debo ir porque al estar apurando a fran olvide en casa sus chones limpios
posiblemente no debo ir porque hay otra persona que quiere ir pero yo estaba ocupando su lugar.
posiblemente no debo ir porque tengo que estar en casa para hacer algo muy importante que todavía no sé qué es.
Chale, espero no aguarle la fiesta a nadie.
Bendiciones a todos.
3 ecos:
y si te dijera que ahí te va otra de nuestras "coincidencias"?
quizá no lo sea al 100%. se limita a la sensación de angustia tremendamente mierdosa que me está asfixiando, literalmente...
injustificada?, indireccionada? quizá (¿?) pero es una sensación de angustia por un mal presentimiento indefinido, muy, muy cabrón... lo peor es ni saber de qué tengo miedo... neta esto tiene un punto ya físico, por la intensidad. me ahogo.
Y bueno... esto no es ni siquiera un consejo, pero como tu mamá, la mía y mi propio instinto me han enseñado a hacerle caso a los presentimientos... no sugestionarse: un mal presentimiento (afortunadamente) no siempre tiene fundamento o desencadena en algo malo. pero si algo te causa angustia, es más sano si te lo evitas... por cualquier cosa...
para todo lo que debe ser hay un tiempo
un abrazo
Hace rato le escribí a Alonso que tenía miedo de ir a Queretaro, hasta ese momento no lo había pensado con esas palabras, luego recorde algo que escribí pero todavía no posteo. Una frase que posiblemente desencadenó una que otra tragedia: no quiero vivir con miedo.
Y también llegué a pensar eso que dices, que tal si el presentimiento es general, si no tiene que ver nada con Querétaro?
Lo cierto es que es algo muy muy cabrón y sí, ahoga...
He estado todo el día con esto, de repente me calmo y me distraigo, pero en cuanto vuelvo a pensarlo aparece esa sensación de frío, en la espalda y algo que me recorre el pecho, los senos (ya sé que no es la palabra correcta, pero es la que más me gusta)sigo pensando, pensando....
Ay, i, también se me ocurre otra cosa pero es demasiado terrible.
Nunca te pregunté si eras religiosa o creyente, pero tal vez rezar un poco calmaría la angustia.(ja, un demonio diciendo eso, che)
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