nada de carreteras

Cero Querétaro

Cero Cuernavaca.

Nada de carreteras

Cero maldad.

Tengo miedo.

Anoche al salir del gym recargue mi cabecita en el vidrio de la ventana del pesero. Había platicado con Camila, sobre el presentimiento, y ella y su amigo me recomendaron como todo el mundo hacer caso y no sólo eso, me platicaron de varias situaciones en que, sin hacer caso a las señales, habían viajado y sufrido varios percances. En el momento en que asumí como decidido (me reemputa tener que tomar decisiones, pero las tomo) que no iba, me sentí mejor. Estando pedaleando la bicicleta me dí cuenta que traía mi escapulario amarrado en la muñeca y no colgado al cuello. Pensé que posiblemente todo tenía que ver con eso. Pero volvamos al pesero, estaba yo ahí con mi cabeza recargada pensando en llegar temprano para llamar a Fran y desearle buen viaje. Al bajar la vista mis ojos se toparon con una palabra QRO. (¡!) La salpicadera de la llanta del trailer detenido al lado nuestro en el semaforo decía Carretera México- Qro. Kilometro 33.5. Uno se acostumbra a ver a taz o una silueta de mujer en ese tipo de salpicaderas. Pero no. Cuando se lo conté a Fran se sorprendió. Me dijo que me extrañarían, yo a ustedes también. Espero que se diviertan y les das a cada uno un abrazo y un beso de mi parte.

Anoche el dueño del gato me dijo que no me podía llevar a Cuernavaca. Casí sentí alivio. (Te portas bien cabroncito)

Esta mañana en el perchero (la bici fija de mi casa) vi la camiseta que me regalaron los de LB el viernes pasado y me puse a llorar. Por qué todo tiene que ser así. Por qué todo esto suena a tontería. Por qué me la paso llorando por todo, pero bueno eso es lo que quería. Aunque lo que quería era ir a Querétaro.

Entonces vino el recuerdo del sueño. En las hilachitas del sueño regreso a mi casa y encuentro a mis perritos aplastados, mutilados. Mi mamá los entierra en montañas de sal.

He de confesarles que hablo mucho con Chuchis, el de allá arriba. Le pedí una señal en mi sueño. Y como diría Camila Así o más señales.

Hoy me entero que quienes irían en la primera fecha al río, es decir hoy, pospusieron e irán en la segunda.

...apenas si distingo ya sus luces amarillas, entre la hierba dejo aquello en que creí, mientras abajo arrastra el agua su canción sin fin...

Por eso Nada de Carreteras.