Desde las diez de la noche puse mi cerebro en automático, no quería reconocer, o ver o saber nada hasta que dieran las once y media así que antes de esa hora no me pregunten porque no sé nada.
La activación sería automática. Sólo tenía que reconocer ciertos acordes.
Y sucedió.
Minutos de gozo en una noche inmensamente negra.
El alacrán, Ser un destello, Por donde pasas, Hendrix.
Hendrix, cuyos primeros acordes me hicieron brincar de mi asiento...
Hendrix, que duele...
Hendrix, que vibra...
Hendrix, que en un súbito impulso te eleva hasta el cenit donde te quedas suspendida un segundo y al siguiente ya estás callendo en una atmósfera saturada de decibeles.
Hendrix, hEnDriX, HeNdRiX, HENDRIX...
Ahora sí grité hasta llegar al dolor, pero de los oídos del señor que estaba sentado en frente y que se la pasó regañandonos todo el programa. (Ya callense que no dejan oir, le decía a Lalo. Qué? no lo oigo, está muy fuerte el audio, le contestaba.)
Rocha no dió muchas esperanzas de que volvieran a tocar esa noche, pero la mano de Alonso señalando su reloj daba alguna. Aunque el significado de ello no era muy preciso. (Recordé entonces a Morelli levantando su mano para cubrir la luz de la vela).
De lo demás no me acuerdo mucho, no es necesario en realidad... pero hay una nítida imágen que se quedó suspendida en mi mente... Chema y José Manuel diciéndonos adios, y una enorme bolsa negra entregada por Julio Córdoba a Fran con estas palabras: Esto es un agradecimiento por habernos acompañado esta noche.
Como habrán notado los buenos observadores, entré al programa con mi playera de LB que tiene el mono de chaquiras. Pues bien, otros 15 despeñados y yo salimos con una playera con la foto de la página de inicio. Pero bueno, tenían que ser muy buenos observadores, porque las dos playeras eran exactamente del mismo corte y de la misma talla. Así o más chido.
Con ustedes sólo se puede decir "De nada" con otro "Gracias".
Por eso los quiero mendigotes.
3 ecos:
Fue una noche chingona, gracias a LB, gracias a los amigos y despeñados, en especial a tí por el paro de acorgernos en la noche a pesar de las visitas, por las coincidencias, por compartir.
Un abrazo
Falta la segunda parte mi fran, todos los berrinches, jajaja... pero proximamente porque a cómo chingan en la chamba...
Chida como siempre tu reseña. Hace sentir a uno como si hubiera estado ahí. Por desgracia ahora no pude verlos y tuve que poner a mi mamá a ver el programa, pero pues como a ella no le gusta el rock pues no es lo mismo la visión que ella me dio. Por lo menos me toco ver a El Haragán. Saludos desde el fondo.
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