En uno de estos días del señor, bueno hoy que todos los güevones descansamos, estaba en el cine con el dueño del gato viendo películas de geishas y del wey de smallville contra los piratas del golfo de México o vaya usted a saber de dónde, y entonces vibra el celular....
Ambos visualizamos el nombre de un conocido ente dark que se comunica raras veces, para comentar sobre la última rola que compuso o el último secreto que le descubrió al necronomicón, o cualquier novedad sobre arañas y vampiros...
Y como la nena estaba muy ocupada tratando de leer las pinches letritas blancas de los subtítulos muy a pesar de la cabeza intermitente del superman gordo que se sentó enfrente, desvió la llamada y envió el consabido mensaje de: wey, estoy en el cine, te hablo al rato.
Tiempo después, (no sé bien cuanto) cuando nos empezábamos a despedir y todavía no acabábamos, vuelve a vibrar el “inútil” y desvío nuevamente la llamada... cara frikeada del dueño del gato incluida.
Después de muchos arrumacos y ronroneos, aquél enfila sus garritas hacia su cueva. Así que le marco al conocido ente dark. He aquí la conversación:
- Qué onda Apestoso, cómo chingas, te dije que estaba en el cine, wey...
- Quién habla? - oh sorpresa! me contesta la mítica ruda.... (ultramalviajadavieja del conocido ente dark)
- Uta!, -le digo....
- Quién habla... – me repite, voz entre mamona e indignada que para mayor referencia se puede comparar con la voz que Adal Mamones hace cuando imita a una madre abnegada....
- Lu, puedo hablar con Fabián?
- Para qué lo quieres?
- Pues me ha estado marcando y le estoy devolviendo la llamada? – digo con mi mejor tono de no te hagas pendeja si tú me has estado hablando....
- Tú te ibas a ver con él en el metro Allende?
- Qué, -le habrá pasado algo al wey, pienso- pues mira yo le pedí que me acompañara a comprar una guitarra pero eso fue hace como dos semanas, y me contestó muy tarde así que ya no lo vi.
- Tú sabes quién soy yo? -me dice...
- Pues como no te estoy viendo wey, me supongo que eres su ex, pero nunca me aprendí tu nombre...
- Pues soy su esposa, y te voy a pedir de favor que te olvides de que existe... blablablablabla mientras me quito el teléfono de la oreja y le cuelgo.
Vuelve a marcar y yo de pendeja le contesto, y se suelta a decirme no sé que tanta cosa así que cuelgo otra vez. Pinche vieja loca¡ Nomás me anda llamando para hacérmela de tos sin deberla ni temerla. La neta eso si calienta, y para rematar bien el asunto que le envío un mensajito:
Estás e-n-f-e-r-m-a...
Luego de la travesurita me dedico a otro asuntillo, pero minutos después vuelve a sonar el celular...
Pensando que Fabián ya salió del baño y que encontró mi mensaje, que no se le haría extraño si no fuera porque estaba en femenino, contesto...
- Tienes algo que ver con él?
- Mira wey, no tengo por qué darte explicaciones... déjame tranquila...
- Pues fíjate que ya hablé con él y dice que ni te conoce...
- Qué lógico no? y por eso tiene mi número en el celular, ya no me quites el tiempo niña...
- Y encima me mandas esos mensajes, que no se vale, y ya te dije que te olvides de que existe bla bla bla -oí, de lejitos hasta que colgué.
Y como ya me había colmado el plato le mandé otro mensajito:
Y p-e-n-d-e-j-a
Luego de eso, apagué el celular, porque mi mamá ya se estaba muriendo de la risa con la situación y luego se le baja la presión y mejor ni buscarle ...
Y es que en el Sanborns Riviera, dónde alguna vez “labure” era grande la fama de la “ruda” nombre con el que todas las vendedoras de la tienda conocíamos a la vieja del ente (no pregunten quién se lo puso, jajaja), y la verdad nos encantaba hacerla repelar aunque el que siempre la llevaba era el wey del ente. No es que fuéramos malas niñas, no, con esa vieja te ganabas la enemistad de gratis, bastaba con que yo fuera a decirle que Fabián estaba comiendo y que le hablara al ratito, para que con una prepotencia asombrosa se soltara a decir madre y media. Por eso hasta las niñas de pastelería le gritaban a Fabián, “Oye Fabis (o Fabiancito, Chiquito, Flaquito, etc...) te hablan...” Varias veces habló exclusivamente para amenazar a alguna de nosotras, así de enferma está...
Pero luego del compló, (cuando Fabián y yo convencimos a otros esclavos de renunciar al mismo tiempo) no volvimos a vernos, en ocasiones hablábamos por teléfono, o nos mandábamos mensajitos con mentadas de madre. Así fue como me enteré de que esperaban un bebé y que después se habían separado. Pero parece ser que ya no.
Ya cuando me iba a dormir, encendí el celular para programar el despertador y me llegaron dos mensajes igualitos:
Pues si yo soy pendeja tu no pasas de puta... (el tú no traía acento por eso lo dejo así)
Uta!!! eso me pasa por tratar con seres inferiores... pero bueno, yo me lo busqué, y aunque mi mamá entre las lágrimas que le producía su estado de frenética risa, me decía que ya la dejara ahí, decidí usar mi mejor arma... sinceridad vía mensajito:
Mira wey, ve al psicólogo, de veras, y deja de andar dando lástima. No ando ni anduve nunca con tu wey. Pobre flaco, con razón te alucina...
Y pareció que con ese mensaje todo acababa, pero no....
El celular enloqueció, al parecer la tipa me estaba marcando intermitentemente del celular y de otro teléfono...
Cuando me cansé de que le estuviera bajando la pila, finalmente contesté y nada, y totalmente harta le dije:
- No seas infantil, déjame en paz, te das cuenta que con todo esto me das la razón, estás enferma....
Y santo remedio.....
No sé que habrá pasado con el ente dark, tal vez la ruda lo tiene crucificado en el sótano de su casa y le entierra bombones ardientes cada media hora, (aunque en esta ciudad casi nadie tiene sótano, es un recurso dramático muy bueno) o tal vez lo sacrificó en la pirámide de la luna... sólo espero que dé señales de vida pronto, porque si no, quién me va a regresar mis tablaturas, mi especial de The Cure y mi disco negro de Nirvana?
Ambos visualizamos el nombre de un conocido ente dark que se comunica raras veces, para comentar sobre la última rola que compuso o el último secreto que le descubrió al necronomicón, o cualquier novedad sobre arañas y vampiros...
Y como la nena estaba muy ocupada tratando de leer las pinches letritas blancas de los subtítulos muy a pesar de la cabeza intermitente del superman gordo que se sentó enfrente, desvió la llamada y envió el consabido mensaje de: wey, estoy en el cine, te hablo al rato.
Tiempo después, (no sé bien cuanto) cuando nos empezábamos a despedir y todavía no acabábamos, vuelve a vibrar el “inútil” y desvío nuevamente la llamada... cara frikeada del dueño del gato incluida.
Después de muchos arrumacos y ronroneos, aquél enfila sus garritas hacia su cueva. Así que le marco al conocido ente dark. He aquí la conversación:
- Qué onda Apestoso, cómo chingas, te dije que estaba en el cine, wey...
- Quién habla? - oh sorpresa! me contesta la mítica ruda.... (ultramalviajadavieja del conocido ente dark)
- Uta!, -le digo....
- Quién habla... – me repite, voz entre mamona e indignada que para mayor referencia se puede comparar con la voz que Adal Mamones hace cuando imita a una madre abnegada....
- Lu, puedo hablar con Fabián?
- Para qué lo quieres?
- Pues me ha estado marcando y le estoy devolviendo la llamada? – digo con mi mejor tono de no te hagas pendeja si tú me has estado hablando....
- Tú te ibas a ver con él en el metro Allende?
- Qué, -le habrá pasado algo al wey, pienso- pues mira yo le pedí que me acompañara a comprar una guitarra pero eso fue hace como dos semanas, y me contestó muy tarde así que ya no lo vi.
- Tú sabes quién soy yo? -me dice...
- Pues como no te estoy viendo wey, me supongo que eres su ex, pero nunca me aprendí tu nombre...
- Pues soy su esposa, y te voy a pedir de favor que te olvides de que existe... blablablablabla mientras me quito el teléfono de la oreja y le cuelgo.
Vuelve a marcar y yo de pendeja le contesto, y se suelta a decirme no sé que tanta cosa así que cuelgo otra vez. Pinche vieja loca¡ Nomás me anda llamando para hacérmela de tos sin deberla ni temerla. La neta eso si calienta, y para rematar bien el asunto que le envío un mensajito:
Estás e-n-f-e-r-m-a...
Luego de la travesurita me dedico a otro asuntillo, pero minutos después vuelve a sonar el celular...
Pensando que Fabián ya salió del baño y que encontró mi mensaje, que no se le haría extraño si no fuera porque estaba en femenino, contesto...
- Tienes algo que ver con él?
- Mira wey, no tengo por qué darte explicaciones... déjame tranquila...
- Pues fíjate que ya hablé con él y dice que ni te conoce...
- Qué lógico no? y por eso tiene mi número en el celular, ya no me quites el tiempo niña...
- Y encima me mandas esos mensajes, que no se vale, y ya te dije que te olvides de que existe bla bla bla -oí, de lejitos hasta que colgué.
Y como ya me había colmado el plato le mandé otro mensajito:
Y p-e-n-d-e-j-a
Luego de eso, apagué el celular, porque mi mamá ya se estaba muriendo de la risa con la situación y luego se le baja la presión y mejor ni buscarle ...
Y es que en el Sanborns Riviera, dónde alguna vez “labure” era grande la fama de la “ruda” nombre con el que todas las vendedoras de la tienda conocíamos a la vieja del ente (no pregunten quién se lo puso, jajaja), y la verdad nos encantaba hacerla repelar aunque el que siempre la llevaba era el wey del ente. No es que fuéramos malas niñas, no, con esa vieja te ganabas la enemistad de gratis, bastaba con que yo fuera a decirle que Fabián estaba comiendo y que le hablara al ratito, para que con una prepotencia asombrosa se soltara a decir madre y media. Por eso hasta las niñas de pastelería le gritaban a Fabián, “Oye Fabis (o Fabiancito, Chiquito, Flaquito, etc...) te hablan...” Varias veces habló exclusivamente para amenazar a alguna de nosotras, así de enferma está...
Pero luego del compló, (cuando Fabián y yo convencimos a otros esclavos de renunciar al mismo tiempo) no volvimos a vernos, en ocasiones hablábamos por teléfono, o nos mandábamos mensajitos con mentadas de madre. Así fue como me enteré de que esperaban un bebé y que después se habían separado. Pero parece ser que ya no.
Ya cuando me iba a dormir, encendí el celular para programar el despertador y me llegaron dos mensajes igualitos:
Pues si yo soy pendeja tu no pasas de puta... (el tú no traía acento por eso lo dejo así)
Uta!!! eso me pasa por tratar con seres inferiores... pero bueno, yo me lo busqué, y aunque mi mamá entre las lágrimas que le producía su estado de frenética risa, me decía que ya la dejara ahí, decidí usar mi mejor arma... sinceridad vía mensajito:
Mira wey, ve al psicólogo, de veras, y deja de andar dando lástima. No ando ni anduve nunca con tu wey. Pobre flaco, con razón te alucina...
Y pareció que con ese mensaje todo acababa, pero no....
El celular enloqueció, al parecer la tipa me estaba marcando intermitentemente del celular y de otro teléfono...
Cuando me cansé de que le estuviera bajando la pila, finalmente contesté y nada, y totalmente harta le dije:
- No seas infantil, déjame en paz, te das cuenta que con todo esto me das la razón, estás enferma....
Y santo remedio.....
No sé que habrá pasado con el ente dark, tal vez la ruda lo tiene crucificado en el sótano de su casa y le entierra bombones ardientes cada media hora, (aunque en esta ciudad casi nadie tiene sótano, es un recurso dramático muy bueno) o tal vez lo sacrificó en la pirámide de la luna... sólo espero que dé señales de vida pronto, porque si no, quién me va a regresar mis tablaturas, mi especial de The Cure y mi disco negro de Nirvana?
2 ecos:
como que me suena... me suena... no a ese extremo, pero uff...
puag...
si, aún hoy me despierto con estremecimientos, de hecho en uno de esos sueños guajiros se fusionaron esta loca y otra, la igual de malviajada novia del pitufo rebel...
Así nadie puede dormir en paz.
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