Hoy fue mi último día de mamá, mi hermana Lon regresa de su viaje de estudios. Desde el viernes que se fué, mamá y yo cuidamos a Emily. Se portó bien. Latoso y berrinchudo como buen gatito mimado. Dormir junto a él todos estos días nos ha acercado mucho. Lo voy a extrañar (y los derechazos en la feis, los cabezasos en la barriga y las patadas al hígado).
Pero el hecho de contarles eso era porque por eso todos estos días estuve levantandome más tarde, salí con mucha prisa hacia mi trabajo y tomé la ruta rápida incómoda (con muchos esfuerzos y más gastos) que sólo tomo en emergencias. Eso me llevó a la entrada de un metro que usualmente no tomo. Ahí un señor vendía chacharitas y algunos libros, dos nombres llamaron poderosamente mi atención, pero sólo me quedaba dinero para comprar uno. Así que elegí a Albert Camus. De camino a mi cita de los martes comencé a leer, y durante las primeras páginas sufrí de mi terrible fobia: Ratas!!! Así es La peste, inicia su relato hablando de miles y miles de ratas muertas. Pero como soy una nena valiente seguí leyendo.
Ya de regreso a casa, continué con mi lectura en el metro. Cuando bajé, dos niños con sus guitarras caminaban detrás de mí. Uno de ellos llevaba la guitarra sin su cubierta protectora. Valiente músico -pensé. Nanananana cero músicos anyway. Afuera llovía con furia.
Corriendo llegué hasta el lugar donde tomaría la combi que me llevaría a la esquina de mi casa, llovía verdaderamente fuerte, yo ya había metido mi libro dentro del sueter. Y pensé en la guitarra, desnuda ante la lluvia.
Subí precipitadamente y para mi sorpresa, detras de mí subieron los dos niños.
La luz de la unidad permaneció encendida y pude continuar mi lectura, así mientras una vendedore de tabacos en la página cincuenta habla del escándalo de que un joven empleado haya matado un árabe en una playa en Argel, el niño de la guitarra desnuda, con una melena identica a la mía, toca los primeros acordes de Killing an Arab de The Cure.
Pero el hecho de contarles eso era porque por eso todos estos días estuve levantandome más tarde, salí con mucha prisa hacia mi trabajo y tomé la ruta rápida incómoda (con muchos esfuerzos y más gastos) que sólo tomo en emergencias. Eso me llevó a la entrada de un metro que usualmente no tomo. Ahí un señor vendía chacharitas y algunos libros, dos nombres llamaron poderosamente mi atención, pero sólo me quedaba dinero para comprar uno. Así que elegí a Albert Camus. De camino a mi cita de los martes comencé a leer, y durante las primeras páginas sufrí de mi terrible fobia: Ratas!!! Así es La peste, inicia su relato hablando de miles y miles de ratas muertas. Pero como soy una nena valiente seguí leyendo.
Ya de regreso a casa, continué con mi lectura en el metro. Cuando bajé, dos niños con sus guitarras caminaban detrás de mí. Uno de ellos llevaba la guitarra sin su cubierta protectora. Valiente músico -pensé. Nanananana cero músicos anyway. Afuera llovía con furia.
Corriendo llegué hasta el lugar donde tomaría la combi que me llevaría a la esquina de mi casa, llovía verdaderamente fuerte, yo ya había metido mi libro dentro del sueter. Y pensé en la guitarra, desnuda ante la lluvia.
Subí precipitadamente y para mi sorpresa, detras de mí subieron los dos niños.
La luz de la unidad permaneció encendida y pude continuar mi lectura, así mientras una vendedore de tabacos en la página cincuenta habla del escándalo de que un joven empleado haya matado un árabe en una playa en Argel, el niño de la guitarra desnuda, con una melena identica a la mía, toca los primeros acordes de Killing an Arab de The Cure.
4 ecos:
uuuhhhh....
a que no sabes qué estoy escuchando, justo mientras leo tu post...
sí, The Cure
pero hasta ahí, está Piggy in the mirror
4 canciones antes de killing an arab
Por supuesto que se quien eres eliza, gracias por la visita. Ya he estado en tu space, lo malo es que como no tengo uno, no puedo dejarte comentario cuando lo visito, igual que el de fran.
La bifurcación está i, the cure es la neta. Un gran abrazo y pláticame si conociste a Prox!
Publicar un comentario