miércoles, abril 26, 2006

flotar en medio de la nada

parece ser que ya dejé de alimentarme de melancolía para alimentarme sólo de fantasías...
y una vez que las fantasías se desvanecen uno sólo puede seguir alimentandose de melancolía.
yo sé perfectamente que soy muy frágil, que puedo doblarme ante la emoción más insignificante, y esto de sufrir al máximo no siempre es por elección. pero me he doblado, no me he roto.
es sólo que uno nunca entiende a tiempo que sus afectos y seguridades siempre están erigidos sobre fragilidades.
y uno a veces cree que es libre de decir lo que piensa, sin fijarse cómo lo dice y luego resulta que como Stuart Mill dice, la libertad de una persona se puede limitar sólo si hace daño a otros.
y luego no sé cómo gato, tu daño es mi daño y mi libertad, mi tranquilidad y mi orgullo se han ido a la chingada. hice lo que tenía que hacer y no voy a autojuzgarme por eso. basta de orgullo, hay cosas más importantes.
hoy sólo me queda esta fragilidad revelada, este amargo sabor y la seguridad de que nada será como sea que haya sido antes.

3 ecos:

Valeria dijo...

Hablando de las emociones extremas... La fragilidad también entra en esta categoría, aunque muchas veces se quira mostrar lo contrario.

Lu García dijo...

me estás leyendo el alma, val...

Cazador de Tatuajes dijo...

es el pedo de caminar al borde del abismo...a veces te caes

Animo