La luna parece una uñita, eso me hace sentir por un lado, profundamente conmovida, pues el espectáculo es hermoso, ella chiquitita y blanca y dulce y brillando, con su estrellita al lado, en el fondo negro, negrísimo de la noche.
Suspiro y no sé por qué suspiro.
Aunque sí sé por quién.
Pero por el otro lado me siento vulnerable, indefensa, es como si mi poder dependiera de la luz de la luna, aunque a decir verdad no sé de qué clase de poder estamos hablando.
P.D.: A todo aquel que piensa que me convierto en mujerloba, le aclaro:
1. No tengo suficiente testosterona para eso, y
2. Ya soy un gato dentro de una mujer. Eso es suficiente, creo.
Suspiro y no sé por qué suspiro.
Aunque sí sé por quién.
Pero por el otro lado me siento vulnerable, indefensa, es como si mi poder dependiera de la luz de la luna, aunque a decir verdad no sé de qué clase de poder estamos hablando.
P.D.: A todo aquel que piensa que me convierto en mujerloba, le aclaro:
1. No tengo suficiente testosterona para eso, y
2. Ya soy un gato dentro de una mujer. Eso es suficiente, creo.
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